Jelena entrega al padre Tomislav un mensaje referente a problemas de los que ella no está al tanto:
“Oren, ayunen y permitan que Dios actúe. No se lamenten por nadie. Si la policía les causa alguna ansiedad, continúen su camino con alegría y calma. Oren por ellos. Cuando Dios comienza una labor, nadie puede detenerla”.
En otros mensajes exhorta a la conversión antes que llegue la gran señal, ayunar a pan y agua antes de cada festividad, y además del viernes ayunar otro día en honor del Espíritu Santo. Cuando le pregunta a la Virgen por qué Marijana sólo ve y no oye sus palabras, le responde:
“No quiero separarles”.
Pero el 5 de octubre, su cumpleaños, vino a ella en la iglesia y ya la pudo escuchar. Ella cita un mensaje que le llegó muy dentro:
“Yo he vivido en humildad y simplicidad; vivan también ustedes la vida espiritual en humildad y simplicidad y oren mucho”.
Respecto a Anita, a quien Nuestra Señora se apareció, pero que rara vez puede unirse a Jelena y Marijana debido a sus ocupaciones, la Virgen dijo a Jelena para ella que rezara por un cuarto de hora y que Ella se le aparecería y la bendeciría.

Nuestra Señora dicta a Jelena las reglas para el pequeño grupo de oración que estará totalmente entregado a Jesús:
1)Renunciar a todas las pasiones y deseos desordenados. Evitar la televisión, particularmente los programas perjudiciales, el exceso de deportes, el disfrute desmesurado de la comida, bebida, alcohol, tabaco, etc.
2)Entréguense a Dios sin restricciones.
3)Eliminen definitivamente toda angustia. Quien se abandona a Dios no tiene lugar en su corazón para la angustia. Las dificultades permanecerán, pero servirán de crecimiento espiritual y le rendirán gloria a Dios.
4)Amen a sus enemigos. Aparten de su corazón el odio, la amargura, los prejuicios. Oren por sus enemigos y pidan la bendición divina sobre ellos.
5)Ayunen a pan y agua dos veces por semana. Reúnanse en grupo al menos una vez a la semana.
6)Dediquen por lo menos tres horas al día a la oración, procuren que media hora sea en la mañana y media hora en la noche. La Santa Misa y el rezo del Rosario están incluidos en este tiempo de oración. Separen momentos de oración aparte durante el día, y cada vez que las circunstancias lo permitan, reciban la Sagrada Comunión. Oren con gran meditación. No miren sus relojes todo el tiempo, permitan que los guíe la gracia de Dios. No se interesen demasiado en las cosas de este mundo, confíen todo eso en la oración a Nuestro Padre Celestial. Si uno se preocupa mucho, no podrá rezar bien pues faltará la serenidad interna. Dios contribuirá a guiar las cosas de aquí abajo a un éxito final si uno se esfuerza por trabajar por las cosas de Dios.
7)Sean prudentes porque el demonio tienta a todos los que han hecho la resolución de consagrarse a Dios, particularmente a esas personas. Él les sugerirá que ustedes están rezando mucho, que están ayunando mucho, y que deben ser como los otros jóvenes, e ir en busca de los placeres. ¡Que no le escuchen ni obedezcan! Es la voz de la Santísima Virgen a la que ustedes deben prestar atención. Cuando se fortalezcan en su fe, el demonio no podrá seducirlos más.
8)Oren mucho por el Obispo y por los que ocupan cargos en la Iglesia. No menos de la mitad de sus oraciones y sacrificios se deben dedicar a esta intención.
Nuestra Señora le dice a Jelena:
“He venido a decirle al mundo que Dios es verdadero; Él existe. La verdadera felicidad y la plenitud de vida están en Él. He venido aquí, como la Reina de la Paz, a decirle a la humanidad que la paz es necesaria para la salvación del mundo. En Dios uno encuentra la verdadera alegría, de la que proviene la paz verdadera”.
La Virgen guía el pequeño grupo de plegaria recién constituido en junio.

“La señal vendrá, no deben preocuparse por ella. Lo único que deseo decirles es que se conviertan. Háganlo saber a todos mis hijos tan pronto como sea posible. Ningún dolor, ningún sufrimiento es muy grande para mí si con ello puedo salvarlos. Yo rogaré a mi Hijo para que no castigue al mundo; pero les ruego que se conviertan”. “Ustedes no pueden imaginar lo que va a suceder ni lo que el Padre Eterno enviará a la Tierra. ¡Por eso deben convertirse! Renuncien a todo. Hagan penitencia. Expresen mi gratitud a todos mis hijos que han orado y ayunado. Yo llevo todo esto a mi divino Hijo para poder obtener un alivio en Su justicia contra los pecados del mundo”.

“Ayunen dos días a la semana por las intenciones del Obispo, quien lleva una gran responsabilidad. Si es necesario, les pediré un tercer día. Rueguen cada día por el Obispo”.

“Queridos hijos, hoy quisiera invitarles a una oración y penitencia constante. Particularmente, hagan que la gente joven de esta Parroquia sea más activa en sus oraciones”.
Martes 23 de agosto de1983
Referente al padre canadiense Emiliano Tardif, que tiene un importante ministerio de sanación, al también canadiense padre Pierre Rancourt y al Dr. Philippe Madre, de la Comunidad León de Judá:
“Les he invitado aquí a cada uno de ustedes, porque necesito que divulguen mis mensajes en el mundo entero”.
Jueves 25 de agosto de1983
Referente al arresto y expulsión del Padre Tardif, del Padre Rancourt y del Dr. Philippe Madre, por parte de las autoridades yugoslavas:
“No se preocupen por ellos. Todo está en los planes de Dios”.

Mensaje dado a Jelena para el Papa:
“En mis mensajes recomiendo a todos y al Santo Padre en particular, que divulguen el mensaje que he recibido de Mi Hijo aquí en Medjugorje. Deseo confiar al Papa la palabra con la que vine aquí: MIR (paz), la cual debe ser divulgada por todas partes. Este es un mensaje que es especialmente para él: que a través de su palabra y predicación se produzca la unión de los Cristianos; que divulgue, particularmente entre los jóvenes, los mensajes que ha recibido del Padre, en su oración, cuando Dios le inspira”.

A Jelena para el grupo de oración:
“Les pido un compromiso por cuatro años. Todavía no es el tiempo para elegir su vocación. Lo más importante es, ante todo, estar en oración. Más tarde, harán la elección correcta”.
En fechas posteriores añadió:
“Si rezan, una fuente de vida brotará de sus corazones. Si oran con fuerza, si oran con fe, recibirán gracias de esta fuente, y su grupo se fortalecerá”.
“¡Oren, oren, oren! No alcanzarán nada con la charlatanería, sólo con la oración. Si alguien pregunta sobre Mí y sobre lo que digo, respondan: No es necesario explicar. Rezando es como entendemos mejor”.
Les ofrece su Corazón y pide que lo acepten ya que no puede quedarse siempre con ellos y deben acostumbrarse a que no siempre les hable. Que además de orar, depositen su confianza en Ella. Que se entreguen realmente y entreguen a Jesús sus inquietudes.
“Cuando hayan terminado el día, oren también en la noche. Siéntense en su habitación y digan a Jesús “¡Gracias!” Si en la noche se duermen en paz y en oración, en la mañana se despertarán pensando en Jesús. Entonces podrán orar por la paz, pero si al quedarse dormidos están distraídos, el día siguiente será nebuloso, y hasta se olvidarán de rezar ese día”.
Que no vayan a confesarse por hábito para después continuar igual que antes, porque entonces tendrán gran dificultad en la conversión. Que no crean todo lo que les dice la gente, pues eso debilita la fe. Todo el mes de noviembre les exhortó a orar y ayunar, a mantener el alma pura.

A Marija:
“Deben advertir al Obispo y al Papa, muy pronto, con respecto a la urgencia y a la gran importancia del mensaje para la humanidad. Ya he dicho muchas veces que la paz del mundo está en crisis. Háganse hermanos entre ustedes; aumenten las oraciones y el ayuno para poder ser salvados”.
En el año 1983
“Yo no puedo sanar. Dios sólo sana. ¡Recen! Yo rezaré por ustedes. Crean firmemente. Ayunen. Hagan penitencia. Yo les ayudaré mientras esté a mi alcance el hacerlo. Dios viene a ayudar a todos. Yo no soy Dios. Necesito sus oraciones para ayudarme”.